El dios más viejo de todos: Huehuetéotl
Traducido del náhuatl, Huehuetéotl significa literalmente “dios viejo”. Fue una de las deidades más importantes de Mesoamérica, pues su figura estaba asociada al fuego, al hogar y a la sabiduría. Gracias a la evidencia arqueológica encontrada en sitios tan distantes como Cuicuilco (en la Ciudad de México) o Monte Albán (en Oaxaca), se ha podido confirmar que su culto fue uno de los más antiguos, prolongados y extensos, pues comenzó en el periodo Preclásico (400 a. C. al 200 d. C.) y continuó hasta la llegada de los europeos.
De acuerdo con algunos mitos prehispánicos, el fuego fue creado antes que el Sol y los humanos, por esa razón a Huehuetéotl se le personificaba como un anciano, para señalar su naturaleza como el más viejo de los dioses. Así, en las esculturas y cerámicas se le solía representar portando un incensario en la cabeza y en posición sedente, a veces con una joroba, se le remarcaban las arrugas y surcos de la cara y se le mostraba desdentado.
En la fotografía vemos una urna antropomorfa representando a Huehuetéotl, el dios del Fuego. Manufacturada en barro modelado con decoración esgrafiada. Proviene del Cerro de las Minas en Huajuapan de León. Mixteca Baja. (200 d.C. - 900 d.C.)